Este proyecto nació de la televisión y de la necesidad de escapar de los límites que la constriñen. «Years of living dangerously surge a partir de la labor de Joel Bach y David Gelber como productores del programa de la cadena CBS 60 Minutes. "Esa clase de medios tiene que combinar temas serios con entrevistas a Paris Hilton, para ganar dinamismo. Joel y David creían que había una historia mundial a la que no estaban prestando suficiente atención, por no disponer del formato flexible que requiere el cambio climático si se pretende abordar en profundidad. Decidieron abordarlo de forma independiente, con dedicación total y un equipo propio. Con famosos como reporteros y directores de fotografía detrás de las cámaras, querían llegar a un espectador diferente al que suele engancharse a los documentales; que la audiencia no tuviera claro si estaba ante un documental, una película o una serie dramática de televisión. En EEUU, solemos decir que los documentales son como las espinacas, necesarios pero no muy atractivos; nosotros quisimos elaborar algo tan suculento como una hamburguesa", indica. En la receta ha colaborado incluso Barack Obama: en el último episodio de Years of living dangerously, Friedman preguntó al presidente de EEUU durante 45 minutos con el cambio climático como única materia. "Obama fue la celebridad que más se resistió", admite Bolt. "Hemos contactado con muchos famosos concienciados con este tema, pero no queríamos caras bonitas sin más. Las celebridades son parte muy importante de la historia", añade.
Todo resulta más fácil cuando se cuenta con el beneplácito del responsable de Terminator, Titanic y Avatar, una película esta última que a su manera también llamaba la atención sobre el deterioro natural: "James Cameron quería hacer algo con respecto al cambio climático, y sintió que este concepto encajaba perfectamente con sus metas. Tener a estas personas detrás facilita que puedas fichar a los actores que hemos fichado. Los mayores problemas siempre eran cuestión de agenda. ¿Cuándo puede pasar una semana en Indonesia Harrison Ford? ¿En qué momento Michael C. Hall puede dedicar 10 días a un desplazamiento a Bangladesh? La logística era lo más complicado", señala Bolt.
Entre las referencias de Years of living dangerously, surge inevitablemente el documental Una verdad incómoda, que en 2006 alcanzó fama mundial gracias a la promoción del ex vicepresidente estadounidense Al Gore. "Hubo una movilización después de verlo, pero desgraciadamente después vino la crisis económica", recuerda Bolt.
Michael C. Hall, popular por su papel en 'Dexter', cambió el set de rodaje de Los Ángeles por Bangladesh.
Este joven cineasta vive en el barrio neoyorquino de Brooklyn y destaca por ser el co creador de Inside Job (2010), documental ganador de un Oscar por desgranar para el gran público el intrincado origen de la crisis económica. Bolt también participó en la edición de Page One (2011), un documental que obtuvo dos nominaciones a los Premios Emmy por retratar la redacción de The New York Times en pleno cambio de modelo de negocio. "Contar qué ocurre en el momento que ocurre es importante, pero también lo es el dar un paso atrás para ver el panorama general. La crisis financiera comenzó por culpa de los préstamos. ¿Quién quiere leer sobre las condiciones de las hipotecas? Sin embargo, eso mismo se convierte en una gran historia cuando te afecta".Years of living dangerously, como ya consiguió Inside Job -y Page One en el caso de los periodistas-, acerca las temáticas de fondo al público, una fórmula que ya se ha demostrado exitosa en España gracias a formatos como Salvados.
¿Estará en el futuro el cambio climático más presente en los medios de comunicación? "Creo que, si no nos ponemos manos a la obra, algunos de sus efectos serán más graves y severos, por lo que irremediablemente estarán en las portadas, a través de noticias nefastas. Hoy día, leemos estadísticas que nos parecen pequeñas; por ejemplo, que la temperatura va a aumentar un par de grados. Sin embargo, Europa sufrió en 2003 una ola de calor que provocó la muerte de alrededor de 70.000 personas. Unos pocos grados se traducirán en olas de calor mucho más frecuentes. Lo que tendríamos que hacer los periodistas es unir las ideas cuando se produce un huracán, una ola de calor o una hambruna. En la foto grande, se aclara que todo está conectado. No creo que el cambio climático sea difícil de comprender. Simplemente hay que explicar que no se trata de osos polares, sino de olas de calor en Europa y de huracanes en Nueva York, hechos que nos conciernen y repercuten en nuestro dinero". Tal vez así, el ser humano deje de vivir peligrosamente.
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