sábado, 18 de abril de 2015

The Big Van Theory y I LOL ciencia

¿Existe la brico-ciencia? ¿Podemos comernos las matemáticas? Estos son algunos de los nuevos interrogantes de los científicos modernos. Al menos, para los 16 investigadores que integran el grupo itinerante The Big Van Theory (literalmente, la teoría del furgonetón). Tras dos años triunfando con sus monólogos científicos en los escenarios y en Youtube, ahora aparcan su furgoneta en al web de EL MUNDO. En ella cocinarán desde mañana el videoblog semanal I LOL Ciencia (algo así como Me parto con la ciencia, en lenguaje internetero). En colaboración con la Obra Social La Caixa, presentarán monólogos, sketches y parodias con los que pretenden hacernos reír «y aprender algo, de paso», apunta el doctor en física Javier Santaolalla.
Él dejó aparcados sus protones en el CERN -la meca de los físicos de partículas, en Suiza- y hasta un puesto de profesor en Río de Janeiro, para subirse a los escenarios. «El humor es un accesorio para la divulgación. Acercar tu trabajo a la gente te llena muchísimo».
El doctor Oriol Marimón, compañero de tablas, trabajaba en el Observatorio para la Divulgación de la Ciencia. Sus investigaciones sobre ejércitos de bacterias dejaron de tener futuro por los recortes. Así que ahora retrata a los microbios como Rambo' en sus monólogos al grito de «¡Dios mío, no siento el flagelo!»
¿Humor para frikis? «Es para todos los públicos. Hay gente que pilla más bromas que otras, pero casi todo el que se acerca a vernos se ríe». No en vano, integrantes de este clan de humor motorizado cuentan con ventaja. Por ejemplo, el propio Marimón ya trabajó «haciendo teatro, de payaso, como voluntario en proyectos internacionales... Sobre todo durante el doctorado, para mantener la cordura», bromea. Como otros de quienes decidieron volcarse con el espectáculo, no ha abandonado su vocación por hacer ciencia. «Se ha cerrado muy fuertemente el grifo, pero busco una salida a la parte de investigación, aunque en España es muy difícil. No me quiero ir, precisamente, porque este proyecto de divulgación es una maravilla».
El origen de The Big Van Theory se encuentra en el certamen Famelab, concurso de origen británico cuya edición española congrega a gente brillante delante del micrófono y del microscopio. Con el título Si tú me dices gen, lo dejo todo, La Esfera de los libros publicó en 2014 una recopilación de sus mejores monólogos. Ya va por la tercera edición.
¿Hay método científico en el monólogo? «No, no funciona con el humor. La ciencia es estricta, rígida y metódica. Nosotros buscamos más el consejo de los actores o los músicos, ellos son genios de conectar con la gente». Eso sí: «usamos mucho el ensayo-error», apostilla Santaolalla.
Investigadores de día, monologuistas de noche. La acogida entre sus compañeros de profesión ha sido desigual. Según confiesa Marimón, «hay resistencias entre algunos científicos para hacer cosas así, pero eso está cambiando, gracias las directrices europeas y americanas que dicen que la ciencia es para la gente y con la gente»

El grafeno, ese material misterioso

Hace casi 70 años, el científico P.R Wallace predijo que el grafito, material del que están hechas las puntas de los lápices, albergaba un secreto en su interior. Aún no lo habían bautizado, pero él teorizó la existencia de unas capas apiladas hechas de átomos de carbono, que serían de gran interés como material del futuro. Se refería a lo que hoy conocemos como grafeno.
La visión de Wallace no se hizo realidad hasta que Andre Geim y Konstantin Novoselov lo obtuvieron de manera real hace diez años, un hallazgo por el que ganaron el premio Nobel. Para lograrlo, utilizaron el método de la exfoliación del grafito pirolítico, que consistía en quitar capas con una cinta adhesiva. Algo tan sencillo y complicado a la vez que podía perfectamente salir en cualquier programa de Bricomanía, como el que se presenta en este primer capítulo del big van theory. http://www.elmundo.es/ciencia/2015/04/17/552fa744e2704e200c8b4576.html
Eso tan simple se convirtió en el material más famoso estos últimos tiempos. Y su fama es debida a sus extraordinarias propiedades porque un material del grosor de un átomo, algo que a priori podría parecer muy frágil y de poca utilidad, tiene unas propiedades más propias de un material con superpoderes que de algo tangible y real. Es más duro que el diamante, pero a la vez es flexible, conduce la electricidad y el calor mejor que el cobre y es cien veces más fuerte que el acero, lo que da lugar a infinidad de aplicaciones (pantallas de móvil, transistores, baterías eléctricas...).
Por ello, el mundo científico se está revolucionando para estudiar si esas aplicaciones se pueden llegar a hacer realidad en prototipos y en productos que lleguen al mercado. ¿Pero será realmente el grafeno la revolución del siglo XXI? Y tú, ¿para qué lo usarías?

El final "kamikaze" de la misión Messenger en Mercurio

La sonda Messenger, la primera de la historia que se puso en órbita alrededor de Mercurio, se quedará sin combustible e impactará contra este planeta el próximo 30 de abril, según ha informado la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).
Messenger, que fue lanzada en 2004 y entró en órbita en 2011, impactará contra la superficie de Mercurio más alejada de la Tierra a más de 3,91 kilómetros por segundo y creará un nuevo cráter en el planeta más pequeño del Sistema Solar.
Durante los últimos cuatro años, Messenger ha completado 4.065 vueltas alrededor de Mercurio, y se espera que dé unas 40 más antes de que se destruya el próximo 30 de abril.
La nave Messenger orbitando el planeta MercurioPese a su relativa proximidad a la Tierra, Mercurio sigue siendo un planeta muy desconocido, y la tarea de Messenger ha resultado fundamental para que los científicos de la NASA comprendiesen mejor las características del planeta más cercano al Sol.
Una de las observaciones más sorprendentes realizadas gracias a Messenger fue el hallazgo en 2012 de pruebas que sugieren que Mercurio alberga agua congelada en cantidades abundantes en sus cráteres polares a los que jamás llega la luz del Sol.
La sonda Messenger, de tamaño similar al de un cochese convertirá en el primer objeto creado por humanos en caer sobre la superficie de Mercurio, donde dejará un cráter de 16 metros de ancho.
"Tras estudiar el planeta atentamente durante más de cuatro años, el acto final de Messenger será dejar una marca imborrable en Mercurio", indicó el ingeniero de sistemas de la Misión Messenger, Daniel O'Shaughnessy.
Seis días antes del previsto impacto sobre la superficie de Mercurio, los ingenieros de la NASA harán que Messenger realice una última maniobra el 24 de abril que acabará definitivamente con sus reservas de combustible.

jueves, 16 de abril de 2015

España hacia el clima de Marruecos

La emisión acelerada de CO2 nos está llevando hacia un clima africano en España. De hecho, ya tenemos hongos endémicos de África en nuestras tierras, plantas y reptiles africanos, de momento en Andalucía, en unos años, por toda la Península. España siempre tuvo un clima continental extremado, con lluvias intensas pero infrecuentes y larguísimos periodos de sequía.
Este esquema se está intensificando ahora, incluyendo un invierno reducido de diciembre a febrero, con la primavera adelantada y el otoño (con flores en las plantas) extendiéndose hasta diciembre, en los últimos 5 años.  
Cuando llueve, se inundan pueblos y ciudades que luego quedan secos durante meses. Las lluvias torrenciales no sirven para almacenar agua, pues no permean hacia los acuíferos y, con unas laderas deforestadas y secas, esas lluvias lanzan el agua superficialmente hacia los cauces y con embalses que rebosan, hacia el mar.
El clima, en las regiones de latitudes medias, depende fuertemente del arrastre de las masas de aire que generan los vientos entre 6.000 y 10.000 metros de altura. Estos vientos, entre las latitudes, otrora, de 35 y 65 grados, se intensifican en la zona de máximo gradiente en latitud de la temperatura del aire, es decir, alrededor de las latitudes en las cuales el aire se enfría más deprisa al avanzar de sur a norte. Esas latitudes solían ser las de Gibraltar en invierno, y las del Cantábrico en verano.
Los vientos intensos forman un ''chorro'' de aire, la corriente en chorro polar.
Si esa corriente va deprisa y esto depende de la diferencia de temperaturas entre ecuador y Polo, la corriente no hace casi meandros y arrastra aire siempre templado en invierno del Atlántico sobre España. Llovía entre el Pilar y el primero de mayo, con un intervalo seco en enero (con la corriente sober Gibraltar)  cuando el cielo estaba claro sin vapor de agua, y la luna de enero era de lo mas bello que se imaginaba en los cantares populares.
Hace 50 años, y los 1.000 años anteriores, el Polo Norte había estado bastante frío, mientras que las regiones intertropicales no varían sus temperaturas a lo largo de los siglos, aunque a veces lo hacen a lo largo de millones de años. La diferencia de temperaturas entre unos paralelos y otros variaba al máximo en las dos latitudes que he señalado. Como corresponde a unas diferencias considerables de temperatura, las corrientes eran intensas y, sobre un mapa, rectilíneas, sobre el Globo, en circunferencias paralelas al Ecuador, por lo general.
Pero en los últimos 50 años el Polo Norte ha aumentado su temperatura y lo ha hecho de manera cada vez más rápida.
Ambos fenómenos tienen explicación sencilla: Desde que quemamos masivamente carbón (1780) y petróleo (1890) y gas natural (a partir de 1970) emitimos CO2 al doble de velocidad de la capacidad de las aguas de los océanos para capturarlo, transmitirlo hacia el fondo y formar con él carbonatos.
Cuando quemábamos madera, incluso para hacer carbón vegetal para la siderurgia, el CO2 liberado era de nuevo capturado por el árbol que crecía en el lugar donde había estado aquel que habíamos cortado para quemarlo: Se mantenía un equilibrio de CO2.
Pero el carbón mineral, el petróleo y el gas son madera, animalillos, y vegetales muertos hace 300 millones de años, y lo que quemamos no se reemplaza ahora, se acumula en la atmósfera lo que no se absorbe por el mar.
El planeta Venus tiene una temperatura de 460ºC, mucho mayor de lo que corresponde a su distancia al Sol. Su atmósfera es altamente concentrada en CO2. La Luna, a la misma distancia del Sol que la Tierra, esta helada: Le falta CO2.
Los rayos del Sol atraviesan sin interaccionar las moléculas de oxígeno, nitrógeno, agua y CO2, pero la radiación infrarroja de la superficie calentada de la Tierra, calentada por esos rayos de la luz visible del Sol, son capturados en parte por las moléculas de vapor de agua, principalmente, y de CO2 de la atmósfera, y devuelta a la superficie.
La cantidad de vapor de agua en la atmósfera es siempre la misma: Más vapor, mas lluvia, menos vapor, menos lluvia, pero la concentración se mantiene. No así la de CO2, que puede aumentar desde 150 partes por millón a 2.000 partes por millón (ppm) en la atmósfera a lo largo del correr de los milenios y de los eones.
Los registros geológicos nos indican que la temperatura media del planeta es alta cuando hay mucho CO2, y baja cuando hay poco en la atmósfera. Las teorías químicas y físicas indican que debe de ser así.  
Nunca en la historia de la Tierra se ha producido un aumento de la concentración de CO2 tan intenso y sobre todo tan rápido en su atmósfera: de 280 ppm en 1880 a 400 ppm en esta semana pasada. Un incremento de 220 ppm en 130 años.
No tenemos registros en la  Tierra de una subida de esta rapidez en el tiempo.
Este aumento de la concentración de CO2 ha hecho subir la temperatura del Polo Norte en unos 6 ºC en los últimos 40 años, y disminuir en verano la superficie de hielo casi a la mitad.
Con menos superficie de hielo en verano, el suelo acumula el calor de un año para otro: La temperatura del suelo polar aumenta.
Y al haber menos hielo, el planeta refleja menos radiación luminosa en verano: Contribuye a un aumento acelerado de la temperatura media del planeta.
Un polo más caliente fuerza las zonas de máximo gradiente de la temperatura del aire entre el ecuador y el Polo Norte en dirección de las latitudes crecientes. El chorro polar que estaba sobre Gibraltar (mas o menos ) en invierno, ahora está en la latitud de Cáceres, Albacete, Valencia. Y en verano se desplaza, con el Polo Norte  muy caliente, hasta casi el sur de Inglaterra.
Una diferencia menor de temperatura entre el ecuador y el Polo Norte genera un chorro mucho menos intenso. Una corriente fluida no muy intensa hace meandros, y estos son tanto mayores cuanto mas débil es la corriente.
Meandros fuertes implican, en España, semanas de temperaturas de 20ºC en invierno, seguidas de una semana de 0ºC, seguida de otra de 18ºC. Implican, en España, grandes sequías interrumpidas por lluvias torrenciales.

Tiranosaurios caníbales

Los fósiles son cajas negras que reflejan los avatares de la vida del individuo que los ha producido y también los sucesos que le afectaron una vez muerto. Con el paso del tiempo y el avance de los métodos de estudio (o bien mediante la investigación por diferentes especialistas) un mismo fósil puede ser "leído" varias veces para llegar a nuevas interpretaciones que anteriormente pasaron desapercibidas.
Este es el caso del ejemplar de un gran dinosaurio carnívoro del grupo de los tiranosaurios que fue encontrado en 1994 en el Dinosaur Provincial Park de Canadá y que hace ya más de diez años se identificó como perteneciente al género Daspletosaurus. La clasificación de un material fósil suele constituir la primera y más obvia de las tareas paleontológicas pero, a partir de ahí, se puede progresar en el conocimiento de las características del animal al que correspondían los restos (un cráneo casi completo y fragmentos de otros huesos, en este caso). Por ejemplo, el grado de fusión de los distintos huesos (completamente fusionados o todavía con líneas de fusión visibles) varía no solo con la edad del animal, sino con la propia posición del hueso en el esqueleto. El ejemplar de Canadá muestra rasgos que indican que el animal no había alcanzado completamente su madurez cuando murió pero que tampoco era demasiado joven: se ha estimado que tendría diez años de edad al morir, tras haber alcanzado una longitud total de 5,8 metros y una masa corporal de media tonelada.
Una vez completado el retrato robot de este individuo, dos investigadores (de la Universidad de Londres y del Royal Tyrrell Museum de Drumheller) han aplicado la lupa de Sherlock Holmes para buscar pruebas de algún episodio violento que atestiguaran el comportamiento de este animal o de otros que interactuaran con él. Y han encontrado numerosas marcas de heridas en el cráneo y en la mandíbula que serían producidas tanto durante la vida del animal (como producto de combates) como cuando ya era un cadáver (al ser devorado por carroñeros).
Casi todas las marcas identificadas en el cráneo se produjeron antes de la muerte, pues se aprecian en el hueso evidencias de su curación. Además se puede comprobar que estas heridas, y sus correspondientes infecciones en algunos casos, no se produjeron todas a la vez sino en varios momentos diferentes de la vida del animal.

Imagen de una parte del cráneo de Daspletosaurus con flechas que señalan diversos tipos de lesiones. Escala = 10 cm / David Hone.
Lesión en el maxilar derecho de Daspletosaurus producida cuando vivía el animal. Escala = 1 cm / David Hone.
Sin embargo, también se han encontrado lesiones que tuvieron que producirse forzosamente una vez que el animal ya había muerto. Así lo sugiere la total ausencia de indicadores de curación o la peculiar situación de dichas marcas. Este es el caso de una serie de surcos paralelos que se sitúan en la cara interior de la parte posterior de la mandíbula. Debieron de producirse por un mordisco y no muestran ninguna señal de curación pero, además, resulta muy improbable que el animal afectado tuviera la boca completamente abierta para recibir tal mordisco en la parte interior de la misma (y, además, no en el hocico, sino en la parte más posterior de la propia mandíbula) cuando aún estaba vivo.




Mandíbula derecha de Daspletosaurus. Además de diversas lesiones menores, su fractura central sería producida por el mordisco de un gran carroñero. Escala = 10 cm / David Hone.
¿Quién pudo haber causado las heridas que padeció Daspletosaurus? Sabemos que algunos grandes carnívoros actuales se pueden enzarzar en luchas, incluso hasta la muerte, para defender territorios o alimentos. También que estos carnívoros raramente combaten con individuos grandes, adultos y fuertes que les pudieran causar lesiones graves o letales, sino que prefieren enfrentarse a ejemplares pequeños o juveniles, como es el caso del tiranosaurio canadiense.
Las lesiones que previamente se han identificado en dinosaurios, como resultado del ataque de dinosaurios carnívoros con intenciones de devorarlos, se sitúan habitualmente en el cuerpo y, más concretamente, hacia la parte trasera del animal. Por el contrario, las señales localizadas en la cabeza suelen haberse producido como consecuencia de combates entre individuos de una misma especie.
Dado el tamaño de varias de las heridas de este Daspletosaurus, solo pudieron haber sido causadas por otro gran dinosaurio carnívoro. El peso de la sospecha recae sobre otro tiranosáurido pues, además de que el contorno de las mordeduras coincide con la forma de sus dientes, no se conocen otros terópodos de gran tamaño en la Formación Dinosaur Park. Por lo tanto, todo apunta a que este ejemplar de Daspletosaurus tuvo una agitada vida en la que sobrevivió a enfrentamientos con otros individuos de su especie, a pesar de que le causaron daños considerables, y que, finalmente, sirvió de alimento para alguno de sus caníbales parientes.

Curiosity halla los primeros indicios de agua en Marte

Desde que comenzó la exploración de Marte en los años 60 del pasado siglo, han sido innumerables las pruebas de la existencia de agua líquida en el pasado del planeta rojo. Pero muy pocas, y todas indirectas, han apuntando hacia la presencia de agua en el presente y en estado líquido. Ahora, una investigación liderada por investigadores españoles y realizada gracias a un instrumento de análisis ambiental diseñado en España y montado en el vehículo marciano de la NASA 'Curiosity' acaba de encontrar indicios de la existencia de agua líquida en las primeras capas de la superficie marciana.
El equipo internacional de investigadores, liderado por Javier Martín-Torres, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (de la Universidad de Granada y el CSIC) y de la Universidad de Tecnología de Lulea (Suecia), ha analizado los datos de humedad relativa en la atmósfera de Marte, de temperatura de la superficie y de la del aire recogidos durante un año (marciano) completo. Y la conclusión principal a la que han llegado es que los cinco primeros centímetros del suelo del cráter Gale -donde fue depositado el rover 'Curiosity' en agosto de 2012- albergan las condiciones ambientales para que exista agua líquida salada (salmuera), pero sólo durante la noche.
Los datos recogidos por los investigadores indican que el aumento de las temperaturas diurnas evaporan ese agua líquida después del amanecer. "No podemos ver la salmuera porque ocurre de noche y el 'Curiosity' no funciona de noche debido a las bajas temperaturas de Marte, que oscilan entre los -50ºC y los -80ºC", asegura Martín-Torres. "Es como cuando descubrimos los primeros exoplanetas: sabíamos que estaban ahí por sus campos gravitatorios, pero no podíamos verlos", explica.
El vehículo marciano ha encontrado en el cráter Gale, situado en el ecuador del planeta, un tipo de sal llamada perclorato. Este mineral baja la temperatura a la que se congela el agua y, además, es capaz de absorber vapor de agua de la atmósfera para formar la salmuera.
Gráfico del ciclo del agua en Marte propuesto por los investigadores. 
"La existencia de sales se conocía desde hace mucho tiempo y es importante porque están relacionadas con el agua", explica Jesús Martínez Frías, del Instituto de Geociencias (CSIC-Universidad Complutense de Madrid). "Lo llamativo de este trabajo es que no habla de presencia de agua en el pasado del planeta, sino en el Marte del presente", asegura.
Lo extraño para los científicos es que este proceso de evaporación y formación de agua líquida salada se produzca en el ecuador marciano, donde las temperaturas son las más elevadas del planeta y la atmósfera es más seca. Según detallan en el trabajo, publicado en la revista 'Nature Geoscience', la presencia de este mineral en mayor cantidad en otras zonas con condiciones ambientales más favorables permite pensar que en otras regiones de Marte pueda haber mayor presencia de agua líquida.
"La presencia de agua líquida es un hecho extremadamente relevante, ya que es uno de los requisitos esenciales para que exista vida tal y como la conocemos. Durante las horas en las que es posible la existencia de agua líquida, las temperaturas en Gale demasiado bajas para el metabolismo y la reproducción celular como se da actualmente en la Tierra, pero la posibilidad de que exista agua líquida en Marte tiene implicaciones enormes para la habitabilidad de todo el planeta, para su futura exploración, así como para todos los procesos geológicos que estén relacionados con el agua", explica Javier Martín-Torres.
"Por primera vez con pruebas halladas experimentalmente, los modelos indican que hay actividad entre la atmósfera y el regolito marciano", dice Martínez Frías.
En todo caso, según relatan los investigadores en el trabajo, estas condiciones ambientales permiten que haya agua líquida durante la noche marciana, pero "no son compatibles con los requisitos conocidos para la replicación y para el metabolismo de los microorganismos terrestres". A una profundidad de 15 centímetros, la temperatura durante todo el año es demasiado baja para las formas de vida que conocemos.
En la búsqueda de vida fuera de la Tierra, el agua ha estado siempre en el punto de mira de los científicos, y Marte siempre ha sido el objetivo principal. En la NASA hay una máxima que se repite desde hace décadas en la búsqueda de vida extraterrestre: "'Follow de water' (sigue el agua)".
El vehículo marciano 'Opportunity' ya se había topado en el año 2004 con minerales que indicaban la presencia de este líquido en la superficie marciana en el pasado. Sin embargo, la prueba definitiva la obtuvieron los investigadores de la NASA debido a la rotura de una de las ruedas de otro de sus vehículos marcianos, llamado 'Spirit', en 2007. Las imágenes, tomadas por el propio 'rover', del surco que dejaba su propio neumático reventado sobre el suelo del planeta rojo, revelaron de forma definitiva la presencia de agua. Aumentaban de esta forma las posibilidades de que Marte albergara alguna forma de vida. Hasta ese momento, las evidencias apuntaban tan sólo a la posible presencia de agua, un elemento fundamental, pero no suficiente para los organismos vivos.
Las investigaciones más recientes también señalan que Marte puede albergar vida bacteriana semejante a la terrestre. Un equipo científico documentó a principios de 2009 una gran liberación de metano, un gas que sólo puede ser producido de dos formas: por una gran actividad geológica o mediante el metabolismo de organismos que viven del carbono y producen metano. Los expertos opinan que el planeta rojo no tiene la suficiente temperatura como para que su geología pueda haber generado tal cantidad de metano. Lo que abría una nueva puerta hacia la presencia de vida en Marte.
"Con 'Curiosity' estamos avanzando mucho en el conocimiento de las condiciones de habitabilidad", afirma Martínez-Frías. El rover no está diseñado para buscar vida, sino para rastrear las condiciones que permitirían albergarla. Pero siempre bajo los condicionantes que conocemos en la Tierra. ¿Podría ocurrir que la vida fuera de la Tierra se hubiera adaptado a ambientes imposibles en nuestro planeta? Los organismos extremófilos que aún se siguen hallando en ambientes insólitos terrestres, como los fondos oceánicos volcánicos -fumarolas- o en capas geológicas profundas, apuntan hacia una respuesta afirmativa a esa pregunta.

El primer robot que entra en Fukushima "muere" a las 3 horas

La empresa japonesa responsable de la central nuclear de Fukushima ha admitido que los niveles de radiación actuales en uno de los reactores afectados por el desastre del 2011 siguen siendo tan altos que representan la muerte para un ser humano en menos de una hora de exposición.
La conclusión se ha alcanzado tras el experimento que se realizó el pasado fin de semana -el primero de su clase- con un robot al que se introdujo en el reactor número 1 del recinto y que grabó imágenes inéditas del lugar, bajo la dirección de un equipo de más de 40 expertos.
La propia máquina no pudo soportar las ingentes dosis de radiactividad a la que se vio sometida, pese a que fue diseñada expresamente para dicha misión. Se pensaba que podía durar hasta 10 horas, pero dejó de responder a las 3 horas.
El robot tuvo que ser abandonado en la vasija de contención del reactor -uno de los tres que quedaron destruidos en el suceso de marzo del 2011- después de recorrer sólo 15 metros, según admitió Tepco, la firma nipona propietaria de Fukushima.
Las mediciones del aparato no dejaban duda del ingente peligro que todavía representa esa estructura y oscilaron entre los 7 y hasta 9,7 Sievert (SV, la unidad de medición de la radiación) por hora, con picos superiores incluso a esas cifras. La Unión Europea sólo admite 100 miliSievert -una fracción del SV- cada 5 años para trabajadores expuestos a radiaciones y sólo 1 miliSievert, para la población normal. La temperatura interior, sin embargo, no rebasó los 20,2 grados.
La grabación difundida por Tepco permitía apreciar los restos y piezas esparcidos en el interior del reactor destruido, trozos de techo y metales fundidos durante el accidente.
Con una altura de 9 centímetros y una estructura que le permitía adoptar una forma de serpiente o de U, el robot medía -según su posición- entre 25 y 64 centímetros de largo, y pesaba 7,5 kilos.
Según Ryo Shimuzu, portavoz de Tepco, el objetivo final de esta maquinaria es encontrar un sistema que permita desmantelar el reactor, algo que está claro que no se puede realizar por medios humanos.
Ante el resultado fallido de la intentona, la empresa decidió no enviar otro robot que tenía previsto usar en la misma localización este lunes.

Lo encontraremos

Observará estrellas brillantes que albergan sistemas planetarios.CHEOPS (CHaracterising ExOPlanet Satellite o Satélite para la Caracterización de Exoplanetas), la primera pequeña misión del programa científico de la Agencia Espacial Europea (ESA), será lanzada en 2017: «CHEOPS es la única misión que no va a descubrir planetas. Vamos a investigar sistemas en los que sabemos que hay planetas para intentar medir su radio. Una vez que tengamos el radio y la masa, podemos determinar su densidad y ver si es rocoso, gaseoso...Nos permitirá estudiar físicamente de qué están hechos», explica Willy Benz (Neuchatel, Suiza, 1955), investigador principal de esta misión, durante una entrevista con EL MUNDO.
Benz, director del Centro Nacional Suizo de Competencia en Investigación PlanetS, acaba de visitar Madrid para inaugurar el ciclo La ciencia del cosmos, organizado por la Fundación BBVA, con una conferencia sobre cometas y planetas, su campo de especialización. El Instituto de Física de la Universidad de Berna (Suiza) que también dirige participa en varios instrumentos instalados a bordo de Rosetta, la sonda europea que el pasado noviembre aterrizó en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

¿Por qué es importante estudiar cometas, como 67P/Churyumov-Gerasimenko?
Los cometas son pequeños cuerpos del Sistema Solar que nos ofrecen información sobre lo que ocurrió durante la etapa de formación de los planetas. Así que estudiarlos, determinar cuántos hay, nos permite retroceder en la Historia hasta los orígenes del Sistema Solar para obtener datos sobre cómo los planetas, incluida la Tierra, se formaron. Por ejemplo, el número de cometas que vemos, su tamaño, nos ayuda a entender la historia del Sistema Solar. De entre todos esos cometas, 67P/Churyumov-Gerasimenko es el mejor estudio porque es la primera vez que una nave se aproxima así a un cometa y lo analiza tan de cerca, usando, además, unos instrumentos tan potentes. Desafortunadamente, sólo es un objeto entre miles de millones de cometas, pero es un cuerpo muy importante.
El agua del cometa 67P ya ha sido analizada. Según ese estudio, es distinta a la de la Tierra y sus autores sugieren que el agua de nuestro planeta probablemente procede de asteroides y no de los cometas, ¿qué opina usted?
El origen del agua terrestre es una larga historia. El agua es esencial para la vida, por eso es importante averiguar de dónde viene porque queremos saber si la hay también en otros planetas ya que, si la tienen, quizás alberguen también vida. Se cree que la Tierra se formó por colisiones. Una hipótesis es que quizás los cometas que impactaron la trajeron. Hay una forma de rastrear el origen del agua y es usando la razón deuterio-hidrógeno. El deuterio es un isótopo del hidrógeno. Al estudiar el cometa Halley se vio que su razón deuterio-hidrógeno era más alta que la de la Tierra, así que se descartó que viniera de cometas como ese. Otra misión fue a Hartley, un cometa de la familia de Júpiter, y descubrió que su agua sí era similar a la de la Tierra, por lo que se creyó que podría proceder de estos cuerpos. Sin embargo, 67P también es de la familia de Júpiter y su agua es distinta, así que hemos visto que los cometas son heterogéneos. Aunque hemos estudiado muy pocos porque son misiones muy complejas, parece bastante claro que ellos no trajeron la mayor parte del agua. Sin embargo, los asteroides no son tan secos como solíamos pensar. Contienen también agua y, aparentemente su razón deuterio-hidrógeno es parecida a la de la Tierra, así que ahora pensamos que son los mejores candidatos. Suelo comparar nuestro trabajo con el de un detective. No estabas allí, así que no viste lo que ocurrió. Consigues algunas pruebas de cometas y asteroides y a partir de ahí, intentas reconstruir qué pasó hace 4.500 millones de años.
Los asteroides interesan también por la amenaza que representan para la Tierra. ¿Qué le parece la misión de la NASA para atrapar un asteroide y reconducirlo a una órbita cercana a la Luna?
Cualquier misión que vaya a un cuerpo celeste y lo estudie nos va a dar información sobre lo que ocurrió. Ir a un asteroide es muy difícil, lo ideal sería traer uno a la Tierra y meterlo en un laboratorio para investigarlo. Así que llevarlo a una órbita cercana facilitaría su estudio. ¿Por qué no? También se ha propuesto extraer comercialmente minerales de asteroides, aunque soy más escéptico sobre si es viable hacerlo. Pero yo soy científico y estoy interesado en saber cómo ocurrió todo. Cualquier cuerpo, cualquier pista es importante porque los objetos no están aislados y se mueven por el Sistema Solar.
¿Ha aumentado el interés de los gobiernos por ese campo tras la caída del meteorito que hace dos años causó 2.000 heridos en Rusia?
Es cierto que suponen una amenaza. La pregunta para mí no es si habrá una colisión de un asteroide contra la Tierra, sino cuándo. Hay que prepararse, porque una vez que detectemos un asteroide que sea una amenaza tendremos poco tiempo para prepararnos. Podemos sentarnos a esperar a ver qué ocurre o trazar un plan.
Se han encontrado ya numerosos planetas fuera del Sistema Solar de tamaños y características muy distintas. ¿Cree que próximamente hallarán un gemelo de la Tierra?
Es el Santo Grial: encontrar un gemelo de la Tierra, un planeta con un tamaño y masa similar, que orbite una estrella como el Sol a la misma distancia, de modo que sus características, su temperatura, su atmósfera, su clima... sean parecidas y por tanto que, quizás, también pueda albergar vida. Es muy difícil encontrar un planeta así, porque la mayor parte de las técnicas que tenemos encuentran planetas que están muy cerca o muy lejos de su estrella, pero estoy convencido de que antes o después, encontraremos un análogo de la Tierra. Es una cuestión de tiempo. Lo que habría que preguntarse es si buscar un planeta así es lo más importante. Quizás otros planetas, más grandes, más pequeños, situados en otras zonas respecto a sus estrellas, nos contarán importantes historias, así que pienso que el objetivo de la ciencia planetaria no debe ser buscar sólo un planeta como la Tierra, que es algo egocéntrico, sino comprender esos sistemas.
-¿Puede haber vida en las lunas de Júpiter Europa y Ganímedes, en las que se ha detectado la presencia de agua?
Hay gente que cree que es posible pero lo cierto es que todavía no sabemos cómo empieza la vida. Nadie la ha creado en el laboratorio. Mientras no entendamos eso, es difícil decir si la vida puede existir en alguna luna de Júpiter. Pero los científicos afirman que si tenemos agua líquida, nutrientes y se dan una serie de condiciones, podría haber una posibilidad de que la vida existiera. Y existe una posibilidad de que las lunas heladas de Júpiter Europa o Ganímedes la tengan. Podemos ir allí. La Agencia Espacial Europea va a lanzar en 2022 la misiónJuice para estudiarlas. Pero hay otros sistemas solares a los que nunca podremos llegar, por lo que no podremos determinar si las lunas que hay fuera de nuestro Sistema Solar tienen vida.